domingo, 6 de septiembre de 2009

Justicia Laboral- Carta al Mercurio de Nancy Bluck

Señor Director:
Nuevamente surgen cuestionamientos, esta vez desde la cátedra, respecto de la imparcialidad de los jueces del trabajo en un raro afán de cubrir con un manto de dudas la eficacia que ha demostrado hasta ahora la Reforma Laboral en sus distintas etapas.
En el marco de lo que ha de ser, con toda seguridad, una de las relaciones más desequilibradas que existen en el ámbito jurídico (la relación laboral), el legislador de la Reforma ha dotado a los jueces del trabajo de todas las herramientas que permitan asegurar que, frente a la judicatura, el trabajador recupere la igualdad de armas que le permita litigar con su empleador con pleno respeto a sus derechos.
No hay que apresurarse en los análisis. Hemos dado un paso gigantesco como sociedad en orden a respetar los derechos fundamentales de todos los trabajadores, y ello requiere que los distintos actores del sistema sean prudentes tanto en su aplicación como en su crítica.
Cuando el juicio laboral duraba años y frente a la rebeldía del empleador el trabajador se veía desprovisto de un importante número de pruebas al permanecer éstas al interior de la empresa, pocos reclamaban por las garantías constitucionales.
Hoy en día, cuando dicho problema está subsanado, dejemos que los jueces hagan su trabajo. Si hacemos una lectura desprovista de prejuicios, las sentencias de la reforma laboral nos indican que las garantías de los empleadores siempre han estado a buen resguardo, pero han debido asumir las sanciones que la rebeldía les puede acarrear y las consecuencias que tiene el reconocimiento de que los trabajadores también son ciudadanos.
Nancy Bluck BahamondesDirectora Asociación Nacional de Magistrados del Poder Judicial de Chile

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