viernes, 2 de octubre de 2009

Justicia Laboral III Carta al Mercurio

No por mucho repetirla, una idea se convierte en verdadera. Es eso lo que se suele llamar un “lugar común”. El señor Muller insiste en incurrir en ellos.
En la nación que al parece gusta llamar “la más poderosa del mundo”, afirma, no hay protección al trabajador por razones de despido y por eso hay alto nivel de empleo y muchos inmigrantes. Y ahí están condensados un buen par de lugares comunes: de partida en Estados Unidos hay tantas realidades como estados existen. En muchos de ellos, el empleo “at will” (libre despido) tiene numerosas excepciones de creación jurisprudencial como las promesas de estabilidad laboral por escrito o implícitas, acuerdo tácitos de buena fe, incluso cuando son unilaterales y constan en manuales corporativos (handbooks), o excepciones por creación directa de la ley, como los despidos discriminatorios (Ley de Derechos Civiles, capítulo VII ), por invasión de la privacidad del trabajador (Electronic Communications Privact Act) o despidos antisindicales (National Labor Relations Act).incluso, aunque le cueste creerlo al señor Muller, hay estados, como Montana, donde existe legislación de despido injustificado al modo legislación laboral continental.Respecto de las consecuencia económicas de tener protección al despido, el Sr. Muller parece suficientemente hechizado con la teoría neoliberal como para hacer de eso parte del debate. Un dato, eso sí, ante tanto deslumbramiento: existen países con altos niveles de protección laboral tanto legal como sindical, con mucha competitividad económica, poco desempleo y muchos inmigrantes, como Suecia, Dinamarca o Finlandia.Queda eso sí una pregunta dando vuelta a propósito de la enorme fe que el Sr. Muller parece tener de la corrección ética de las decisiones públicas del País del Norte: ¿vale la pena seguir a la nación “más poderosa del mundo” en su decisión de no proteger a las trabajadoras embarazadas?
En fin, respecto de mi confusión acerca del sexo del señor Muller, le pido disculpas por mi error. Ya se sabe eso de los progresistas de no respetar ni las diferencias que el orden natural tan sabiamente ha creado.

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