domingo, 9 de agosto de 2009

El olmo que no da peras- Columna La Nación Domingo-Villano invitado- 9 Agosto

No crea que le miento estimado lector. Pero desde que llegó la democracia, todos y cada uno de los gobiernos de la Concertación prometieron modificar las reglas laborales que dejó instaladas la dictadura. El conocido -Plan Laboral-, diseño unipersonal de Piñera José, el hermano.
Los resultados del Plan Laboral fueron de una precisión para los objetivos de su autor que da envidia: al año 2008 los trabajadores cubiertos por una negociación colectiva no superaron el 6%, mientras en los países desarrollados la tasa promedio es del 60%.
Y así estamos. O sea, donde mismo estábamos en 1989. Las explicaciones pueden ser muchas -es que nunca fuimos mayoría, las cosas del binominal, el problema de la crisis-, pero todas tienen algo en común: como en un tango, los gobiernos de la Concertación se han ido por la callecita silbando y haciéndose los distraídos.
Y el actual no es una excepción. Desde hace un año, Bachelet prometió nuevas reglas que potenciarían la negociación colectiva, y el Ministerio del Trabajo -hoy convertido en una dependencia del Ministerio de Hacienda- brilla por su ausencia.
La pregunta es obvia a esta altura, ¿qué parte de la idea de que no hay democracia sin relaciones laborales equilibradas, horizontales y con buenas dosis de diálogo social no ha entendido la coalición política que nos gobierna desde que se fue la dictadura?
¿Sigue temiendo el gobierno a los gremios empresariales y a su imponente poder mediático que no da curso a una reforma prometida tantas veces y postergada otras tantas?
O también existe la posibilidad de que el equivocado sea este columnista, y que afiebrado por sus ideas de izquierda este cegado en un mundo que ya no existe: la negociación colectiva es el pasado, y la dictadura militar, para bien o para mal, nos dio una gran lección sobre el mundo moderno.
Ese mundo en donde los que mandan son los empresarios -que son los emprendedores a los que hay que atender- y los que obedecen son los trabajadores. Y qué tanto si al fin y al cabo son un recurso -humano para que no suene tan mal-.
Ahora, si eso es así -y este columnista pareciera condenado a la nostalgia del pasado- hay un detalle que no se entiende: porque la OCDE -que la lleva, a juzgar por la excitación que produce en nuestra elite su sola invocación- le acaba de recomendar a Chile que se fortalezca la negociación colectiva (páginas 75 a 79. Informe OCDE).
En fin, quizás deba resignarme -junto con millones de trabajadores que no dicen ni pío en sus trabajos- a que, en nuestro país, los que mandan son unos pocos y que ellos -los elegidos- no necesitan estar en el gobierno para cuidar sus intereses.
Ellos saben, como nadie, que los olmos no dan peras.

9 comentarios:

  1. Es que al final del día profesor, no podemos dejar de mencionar que la sabiduría omnicomprensiva que las clases burguesas poseen por su rotundo manejo de diversas y complejas realidades sociales, aquellos que sólo apoyan discursos que, extrañamente les son convenientes en un momento y circunstancia cultural determinados, para los cuales los dogmas de ciertos periódicos de dimensiones desproporcionadas significan verdaderas directrices a su actuar, mantras, revelaciones de fe incuestionables, tanto así que lo evidente les parece objeto de la parasicología.

    Profesor, su exaltación me parece delirante... ¿Cómo se le ocurre plantearse ideas tan poco desarrolladas, faltas totalmente de argumento? si al final, y como usted bien dice, al parecer para algunas personas (si son personas) creen (y creen estar en lo correcto) hay seres humanos a los que no les corresponde lo mismo que a ellos, y no me refiero a lo mismo económicamente, sino que a los mismos derechos (al menos), y si no es posible (debido a las condiciones de desigualdad que lamentablemente se dan) un derecho reforzado que les permita la protección de los ya menoscabos, los trabajadores, los obreros, los peones (no se cuanto tengo que seguir retrocediendo para mantener la idea que usted describe) son meros recursos (humanos) de producción.

    Menos mal que sólo quedan diez años para que caiga el Plan Laboral. Guarden miedo, que la impunidad se va a acabar.

    Felipe García-Obreque

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  2. Estimado José Luis, no pretendo iluminar, pero algo de cierto tiene que haber en el hecho que algunos "servidores públicos" piensan que no hay que hacer todo el trabajo de una vez porque se quedarian sin pega. Entonces si porcionan bien los derechos a alcanzar por los trabajadores, tendrian asegurado doscientos años "luchando" por los derechos de los trabajadores, ya que queda tanto por hacer en pro de los trabajadores. La baja productividad a que hace alusión el informe de OECD, se materializa en esta situación, hay que dejar trabajo para mañana, sino capaz que ya no sena necesarios.

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  3. Estimado Felipe:

    10 años no son tantos para una gran idea. Y estamos estamos detras de una de ellas.

    Estimado Fernando:

    No son pocos los funcionarios del Gobierno que dejaron hace tiempo ya las grande ideas, su motivación es algo más modesto: tener trabajo por los proxímos años.
    Ellos buscan la protección y la estabilidad laboral que le niegan a la mayoria.

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  4. Profesor, sólo he vivido 21 años, para mi 10 son muchos, pero tengo confianza -espero trabajar- en que caiga...

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  5. Estimados:
    yo he vivido 20 años, y para Gardel no son nada, me parece que el plazo de 10 años para lograr esta hazaña es lo que corresponde, ya que esta será una tarea paso a paso,para derribar este plan que algunos consideraban un modelo de exportación a otro paises.
    los efectos que este plan produce ya no pueden seguir siendo defendibles y justificables

    Se despide atte

    Andrés Delgado González

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  6. Resignarse es de muchos, intentar un cambio de pocos.

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  7. El Problema es que el intento de cambio proviene de pocos y los esfuerzos u omisiones por mantener el sistemas no son de pocos, ergo, la tarea es sumamente díficil.-

    Saludos,

    Ignacio Riveros Muñoz.-

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  8. Para eso estamos nosotros, ¿no?. Y no digo que con eso sea suficiente, pero al menos es un inicio.

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  9. Estimados:

    No se si lo han notado pero ha vuelto a aparecer por la vida pública, muy alimentado por la Tercera, el redactor del "plan laboral" con sus clasicas ideas ahora más moderadas eso sí -ya no estamos en dictadura-.
    Veo muy enrtetenido el panorama para los tiempos siguientes. Desde ya les adelanto que los que les interese la proxíma semana habra un seminario de negociación colectiva organizado por la CUT al que podrían asistir -esta peniente de confirmacion final-.
    Cuando tenga la información definitiva les informo.

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