martes, 10 de agosto de 2010

Otros tiempos no fueron distintos- "Justicia de Clase" de Novoa Monreal- 1970

La principal (causa) la hemos explicado ya en otra oportunidad…el pluralismo ideológico imperante no rige para el Poder Judicial, mantenido enteramente al margen de la renovación de las aspiraciones nacionales en lo social. Ese Poder, particularmente la Corte Suprema, es un incondicional defensor del status social, económico y político vigente y reprueba a quienes luchan por cambios sociales. Para pertenecer a él se exige adhesión a posiciones tradicionalistas y de conformismo social.
Los miembros de la Corte Suprema tiene vínculos y relaciones con los sectores más conservadores de la sociedad chilena y, generalmente, proceden de ellos.Lo expresado lo podemos corroborar con lo que han manifestado oficialmente los propios Ministros de la Corte Suprema. Según su criterio, la lucha de clases es un mito que debe ser desenmascarado; no existe separación tajante entre la clase trabajadora, por una parte, y los empresarios, los terratenientes, los monopolios y el gran capital nacional y extranjero, por la otra; los poseedores de la riqueza reparten cada vez más sus utilidades entre los que concurren con ellos a la producción de bienes; hablar de la lucha de las masas para arrancar nuevas conquistas de los sectores privilegiados, es despertar rencores censurables y emplear palabras que no reflejan la verdad; las diferencias sociales han desaparecido y en Chile hombres de modesto origen económico pueden alcanzar las más encumbradas posiciones políticas y sociales (Conceptos extraídos de la respuesta de la Corte Suprema a la acusación constitucional que en contra de sus miembros entablaron diez parlamentarios socialistas y comunistas a fines de 1967).Son palabras que…repetidas hoy, marcan una concepción ideológica de quienes las emiten, no compartida por todos los chilenos, ni siquiera por la mayoría.
Es preciso agregar que casi todos los magistrados que así fallan y así opinan, están ciertos de desempeñar sus funciones en la forma más acertada. Es tal el peso de su extracción, de su formación, del medio en el que se desenvuelven y de los estímulos psicológicos que reciben normalmente en su desempeño, que difícilmente llegarán siquiera a interrogarse si no habría una manera diferente de administrar justicia.En sus labores son acompañados por Abogados Integrantes escogidos dentro de cuadros de profesionales animados de su mismo espíritu y que son, algunas veces, asesores jurídicos de las más poderosas empresas nacionales o extranjeras (…).

2 comentarios:

  1. José Luis:Novoa Monreal era un verdadero jurista, si bien especialista en Derecho penal podía rápidamente dar con las coordenadas para comprender cualquier problema jurídico y cuál era su efecto en la realidad, como sucede en este artículo y su análisis laboral. Hoy pareciera que se tiene que hacer el camino inverso: cómo hacer que el Derecho penal demuestre que la vida y la integridad psíquica y física son bienes jurídicos más importantes que la propiedad, y haya proporcionalidad en las penas que se apliquen a quienes dispusieron las condiciones para que vivos o muertos, haya 33 personas 700 metros bajo tierra. Y lograr eso y hacerlo bien y para todos, no que este sea el caso por su especial monstruosidad.
    Buena suerte,

    Daniela.

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  2. Estimado Profesor:

    Ese artículo de Eduardo Novoa Monreal, debe ser uno de los mejopres que he leído, ya en abril de 1970, en Justicia de clase, señalaba:"La legislación del trabajo fue dictada para dar protección al trabajador, que es la parte más débil en la relación jurídica laboral que constituye el contrato de trabajo. Antes de la dictación de las leyes del trabajo, la relación trabajador-empresario quedaba reglada por el viejo Código Civil, que supone una equivalencia de fuerzas y análoga libertad e independencia de decisión entre am­bas partes contratantes. Esta equivalencia no existe, de hecho, pues el trabajador está compelido a aceptar finalmente las con­diciones que quiera imponer el empresario, debido a que su falta de medios económicos constituye una presión que arrastra su voluntad". Concuerdo plenamente con la profesora, hacer entender que la vida, la integridad física y psicologica de la persona, pero por sobre todo su dignidad, no puede verse pasada a llevar, ante condiciones de trabajo mínimas,procedimientos valiosos, como la tutela o el monitorio no funcionan, si no hay verdadera voluntad no solo política, sino tambien empresarial en aegurar condiciones de trabajo que permitan la seguridad d elos trabajadores.
    Saluda a ustedes
    Andrés Delgado G.

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