lunes, 2 de noviembre de 2009

El explotado del mes - Columna La Nación Domingo 1 Noviembre

Si quiere hablar públicamente de la empresa, esta prohibido. Si quiere comunicarse por escrito de asuntos comunes con sus compañeros de trabajo, esta prohibido. Si quiere sacar una foto de su lugar de trabajo, esta prohibido. Si quiere dar a conocer alguna antecedentes de la empresa, incluida las autoridades publicas, esta prohibido.

Si quiere negarse a realizarse un examen medico, está prohibido. Y por si acaso, también esta prohibido tener deudas protestadas y caer en insolvencia.

Parece un reglamento de policía, pero no. Son las normas (artículo 32 numero 51, 50, 15, y artículo 28 inciso 3 respectivamente) del reglamento interno vigente en la empresa de Supermercados Líder de Arica –que sospecho que será el mismo en todo el país- y que la Inspección del Trabajo acaba de considerar ilegales por atentar contra los derechos básicos de los trabajadores. Así la Inspección del Trabajo acaba de decir que “que no se ajusta a derecho, toda vez que la decisión del empleador de transformarse en una suerte de censor de las comunicaciones de sus trabajadores, se encuentra terminantemente prohibido por el constituyente, constituyendo así la libertad de expresión de los trabajadores a quienes se aplica el Reglamento impugnado, un límite infranqueable para las facultades que el ordenamiento jurídico le reconoce al empleador” (Ordinario 3416 del 28.08.09).

Y eso no es todo. Ni siquiera se puede hablar de “trabajadores”, según la denuncia del Sindicato, ya que en Líder se habla de “colaboradores” (artículo 34 letra c.),

Tiene menos aire de marxista, usted me entiende no.

El problema es que podría parecer otro desatino más de una empresa a la que rodea un escaso prestigio laboral (es la misma de las cientos de razones sociales y que acaba de ser multada por numerosas prácticas antisindicales) y donde los trabajadores han vivido las mil y una para poder organizarse.

Pero resulta que no se trata de un hecho aislado para nuestros trabajadores. Es común en empresas en Chile se atribuyan facultades que exceden con mucho el marco del contrato de trabajo infringiendo los derechos fundamentales de esos trabajadores.

Así de una rápida ojeada a esos reglamentos –que por ley deben existir en todas las empresas en Chile y de los que dará cuenta el informe de derechos humanos de la Universidad Diego Portales del 2009- se traza un modelo de trabajador que parece más salido del lápiz de un ex-cni que de un empresario moderno preocupado de la responsabilidad social.

Ese “trabajador del mes” debe ser calladito (“el trabajador se obliga a mantener en absoluta reserva y secreto respecto de terceros toda la información que tenga relación con la actividad de la Empresa”) - ojala apocado- (“el trabajador observará una conducta silenciosa en la empresa”). Debe ser solvente aunque le paguen el mínimo (“esta prohibido al trabajador caer en insolvencia financiera, o sufrir protestos de documentos mercantiles, como cheques, letras, pagarés”).

Debe ser un buen súbdito (“esta prohibido en la empresa gritar, formas corrillos o discutir en voz alta”) y un delator ejemplar (“el trabajador deberá informar a su jefe directo y este a su gerente respectivo, cuando conozca la venta, consumo de cualquier drogas, alucinógenos, estupefacientes, etc. en que se encuentre involucrado personal de la empresa aunque esto ocurra fuera del recinto de esta”).

Debe ser bien hombrecito –estilo militar- (“los trabajadores deben estar afeitados” y sin ningún tipo de piercing” “pelo corto y ordenado”). Debe ser asexuado con sus compañeras (“la empresa se reserva el derecho a poner término al contrato de trabajo en caso de que dos trabajadores contraigan matrimonio”).

Y por si fuera poco debe ser un buen cristiano (“el trabajador tendrá una vida privada intachable” “el trabajador

En fin, debe ser un cero a la izquierda. Perdón, a la derecha. Ya se sabe que el explotado de izquierda a veces se organiza. El de derechas jamás. Incluso esta agradecido de ser un explotado. Mande patroncito, suele decir.

En todo caso, quizás nos quede una enseñanza de tanto despropósito empresarial para los lectores. Si mañana le ofrecen un trabajo donde le llamaran “colaborador” piénseselo dos veces. Es probable que lo que busquen sea un explotado. Del día, del mes o del año, eso es lo de menos.

2 comentarios:

  1. Estimado Profesor: Mire la ùltima "Joyita" que encontrè con respecto a tutela y derechos fundamentales , trabajadores sindicalizados del casino de Osorno, fueron considerados seres malignos la propietaria

    "obligó a los jefes y supervisores que leyeran "oraciones de exorcismo para sacar los demonios de las personas que le estaban haciendo daño al Casino ", refiriéndose a los gerentes y jefes de área sindicalizados, como si estuvieran poseídos por el diablo, por el hehco de pertencer a un sindicato.

    http://www.australosorno.cl/prontus4_nots/site/artic/20091107/pags/20091107000028.html

    Saluda

    Andrès Delgado G.

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  2. "Acá hay tres clases de gente: la que se mata trabajando, las que deberían trabajar y las que tendrían que matarse"....Benedetti

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